jueves, 21 de agosto de 2014

El edificio en el Consejo


Desde La Juntada creemos que es muy importante poder avanzar en la solución de los problemas que tiene el edificio actual. Uno de los mayores impedimentos que tenemos los estudiantes a la hora de encarar estos problemas es la falta de información, no sólo de la causa de estos problemas sino del presupuesto que dispone la facultad para refacciones, en qué se utiliza, etc. Por eso llevamos una serie de pedidos de informe a la comisión de Hacienda, que es la que se encarga del presupuesto de la facultad. Para poder avanzar en cualquier discusión sobre el edificio, es necesario contar con toda la información y así exigir que las decisiones en torno a qué es necesario reformar en el edificio actual las podemos tomar entre todos, y no la gestión de la facultad de forma unilateral.
Aca te dejamos los temas que incorporamos en el pedido de informe sobre los problemas edilicios:
  • Protocolo de Emergencia:  Estado de las salidas y luces de emergencia, situación del protocolo de incendios.
  • Plagas
  • Baños: Cuál es el motivo por el que se inundan con tanta frecuencia, cuál es el motivo por el cual se corta el suministro de agua frecuentemente.
  • Cuales son las consecuencias que le puede llegar a traer a la estructura del edificio la visible humedad en paredes y columnas.

martes, 19 de agosto de 2014

De cara a la Asamblea del CEFyL del jueves 21 de agosto


El edificio se cae, los estudiantes nos levantamos

En un contexto en el que los grandes medios y los sectores dominantes hablan sobre el conflicto con los fondos buitres y la deuda externa, nosotros tenemos que plantear la verdadera deuda del Estado argentino: la deuda interna con nuestro pueblo. El gobierno nacional se encamina a privilegiar los compromisos con los grandes organismos financieros internacionales  en lugar de proponerse solucionar de manera efectiva el déficit en materia de salud, trabajo, vivienda, etc. En la misma sintonía se deja de lado la deuda estructural que tiene el estado con la Educación Pública.
Y, ahora sí, con esta deuda nos la agarramos nosotros, nosotros que como estudiantes somos parte de los “acreedores” estafados por la desidia y la falta de inversión en materia de educación . La universidad no es la excepción a este panorama, la UBA está inmersa en la falta de presupuesto, con un rectorado cómplice que hace negocios a partir de los convenios con empresas privadas, y Filo no es ajena a esta situación, el estado del edificio y las condiciones en las que cursamos son una muestra cabal de esto. Empezó un nuevo cuatrimestre y, otra vez, los horarios son malísimos, las aulas nos quedan chicas y ni se te ocurra ir al baño de la facultad. El edificio de Puan está en pésimas condiciones y desde La Juntada entendemos que no es algo que debamos naturalizar, ni incorporar sin más a nuestra vida diaria sino todo lo contrario, nos pone como horizonte una tarea, organizarnos para luchar por mejores condiciones edilicias.
A todo esto, la gestión de la facultad empezó el año construyendo garitas para el personal de “seguridad” y achicando el aula de teóricos Boquitas. Cuando se trata de hacer esto, las obras se ejecutan con una efectividad inusitada pero cuando hay que solucionar problemas básicos para la vida en la facultad se dilatan infinitamente las soluciones. La gestión no sólo se resiste a dar respuestas sobre estas problemáticas, sino que ni siquiera quiere discutir al respecto: hace unas semanas, en pleno receso invernal, votaron en el consejo dar de baja la comisión multisectorial donde la comunidad académica discutía sobre la problemática edilicia; este espacio no existía por obra de la gracia divina ni por un acto de buena fe de quienes gobiernan la facultad , sino que esa comisión se ganó con la lucha estudiantil y funcionó solo porque los estudiantes nos movilizamos para que así fuera.
Mientras tanto la gestión de la facultad está lejos de ser una gestión en crisis,  más bien todo lo contrario, es una gestión que está avanzando sobre las conquistas estudiantiles. Vemos como peligroso e irresponsable hacer augurios de crisis y pretender que la gestión se va “a caer por su propio peso”; si no hay un movimiento estudiantil de pie, participativo y organizado, luchando por nuestras reivindicaciones, la gestión seguirá avanzando.
Por eso, desde La Juntada apostamos a construir ese centro de estudiantes que nos organice, un centro participativo que salga a pelear por el edificio. Porque pelear por nuestro edificio es defender la educación pública y es esa nuestra tarea.



Refacciones en el edificio
Más aulas y horarios para cursar
Recuperemos el menú estudiantil
Vamos por el comedor universitario

¡Sumate a la lucha por el nuevo edificio!
¡Vamos todos a la ASAMBLEA el JUEVES a las 19:OO HS

lunes, 11 de agosto de 2014

El edificio se cae. Los estudiantes nos levantamos

Todos sabemos los males que hay donde estamos parados (por culpa de unos tarados y unos cuantos criminales)



En toda la UBA se vive la misma situación de falta de presupuesto; la plata no alcanza en la mayoría de las facultades y eso genera la ya conocida administración de la miseria presupuestaria. En algunas facultades, donde el rectorado tiene más peso, la salida es la precarización de los docentes, acompañada de los convenios con empresas privadas. La solución al ahogo presupuestario que se nos viene encima para quienes gobiernan la UBA no es pedir más presupuesto, sino salir a buscar fondos de empresas privadas.
En nuestra Facultad esto lo vemos todos los días, con las condiciones en las que está nuestro edificio, lo vemos cuando nuestros docentes hacen paro porque cobran poco, o ni siquiera reciben un sueldo por darnos clases. La falta de presupuesto también la vemos en que no nos alcanzan las aulas para cursar, y los horarios muchas veces son imposibles porque estamos laburando y no llegamos al práctico. Todo esto es producto de una política que se implementa en la Universidad de Buenos Aires, donde los principales instigadores son las fuerzas que ocupan el Rectorado.
Pero en Filo no nos quedamos atrás. La gestión ¿progre? de nuestra Facultad, mientras  discursivamente se enfrenta al Rector Alberto Barbieri, en los hechos no plantea una salida distinta ¿Cómo? Es una gestión que avala, mediante el voto, la asignación del presupuesto para Filo, y que hacia adentro no está dispuesta a dialogar con los demás sectores para avanzar en las refacciones necesarias para nuestro edificio. Para colmo, arrancó el año decidiendo unilateralmente que no había que refaccionar los baños ni pintar la facultad; había que construir garitas de seguridad y sacar una gran parte del aula Boquitas para convertirla en un depósito.  A fines del cuatrimestre pasado fueron todavía un paso más allá; decidieron dar de baja el espacio de discusión sobre el edificio: la Comisión Multisectorial, donde se reunían las representaciones de todos los claustros y gremios, espacio que ganamos los estudiantes con la lucha del 2010 y que logró elevar un plano del edificio nuevo con todas las reivindicaciones que planteábamos los estudiantes.


Ya no hay tiempo de lamentos, ya no hay más…


Si no queremos que nuestros reclamos se transformen en meras consignas pintadas en algún lado, necesitamos un gremio fuerte, participativo, en donde pueda incluirse a la gran mayoría de los estudiantes. En lo que va del año lamentablemente no ha sido esta la dinámica de la conducción del Centro, con asambleas que sólo convocan a la militancia, sin campañas unificadas que instalen un debate entre los y las estudiantes y sin poder ofrecer resistencia a los embates de la gestión, como lo fue el despido del profesor Colombo en un claro hecho de persecución política. Frente a esto la actual conducción (Partido Obrero y aliados) lejos de intentar que el centro pase a ser esa herramienta de lucha que todos queremos que sea, convierte las instancias del CEFyL en un escenario para dirimir las internas del FIT en vez de un espacio para debatir y organizarnos.
Es hora de hacer una autocrítica sobre el rol del centro de estudiantes durante el primer cuatrimestre, la dificultad para convocar espacios abiertos de debate y la incapacidad de organizar a los estudiantes para luchar por  nuestras condiciones de cursada. Es así que llegamos al segundo cuatrimestre, con la situación del edificio cada vez peor y con una conducción del Centro en manos del PO que perdió la instancia de discusión que ganamos con la lucha del 2010.


El que no avanza, retrocede


La instalación de un comedor universitario en nuestra Facultad es un reclamo que venimos levantando hace mucho tiempo porque entendemos que es responsabilidad del Estado y de la Universidad garantizar las condiciones de acceso y permanencia de los estudiantes universitarios. La lucha por los comedores, además, no es sólo nuestra y de ahora, sino que ha recorrido un largo camino en el siglo XX y es una reivindicación que levanta el movimiento estudiantil de todas las universidades nacionales.
Muchas universidades lograron, lucha estudiantil mediante, tener comedores con un menú a precios bajos, como son Córdoba y La Plata. Pero en otras universidades, como la UBA, en los últimos años no solo no pudimos avanzar con este histórico reclamo, sino que de la mano de la Franja Morada, retrocedimos. El estatuto universitario en su artículo 71 sostiene que “La Universidad considera que es de su obligación procurar que los estudiantes cuenten con alimentación y alojamiento adecuado y asistencia médica gratuita”. La Franja Morada, durante el anterior rectorado, decidió cambiar el estatuto y sacar este artículo, dejando de lado uno de los grandes reclamos para que el Estado se haga cargo del acceso y la permanencia en la Universidad. Si bien este fue un gran revés para el movimiento estudiantil, no nos damos por vencidos y en los últimos años salimos a dar la pelea por la instalación de comedores en varias facultades, entre ellas, Filo.
Desde La Juntada entendimos que era una prioridad que nuestro centro de estudiantes se pusiera a la cabeza de este reclamo y por eso, en 2011, armamos el comedor estudiantil que tenía un menú a precios bajos para que quienes cursamos en Filo pudiéramos comer a precios accesibles. Sabemos que, de ninguna manera esto cubría la necesidad de quienes estudiamos y trabajamos en Filo, pero entendemos que nos daba un piso para pelear por un verdadero comedor universitario bancado por el Estado. Tener el comedor estudiantil, además, nos permitió poner en discusión en todos los cursos la necesidad de que la Universidad construya el comedor universitario y que sea realmente un reclamo sentido por todos en Puan.
Es por eso que vemos que este último año con la conducción del PO hemos retrocedido en todo lo que logramos acumular en torno a la discusión sobre el comedor. En primera instancia porque no hay más menú estudiantil y la conducción mantiene que el CEFyL tiene un “bar”. En segunda instancia, porque como mencionábamos antes, además de que no discutimos sobre el comedor, también perdimos el espacio de discusión, que tenía como tarea construir un comedor universitario en el edificio actual.


¿Y con estos horarios cómo carajo curso?

Los horarios en la facultad, por la falta de aulas, son una de las problemáticas fundamentales que tenemos los estudiantes a la hora de cursar. Siempre que nos anotamos a las materias escuchamos la típica pregunta: ¿Con estos horarios cómo carajo curso? Probablemente en estas semana hayas leído o completado la encuesta que realizamos desde La Juntada. Los resultados hablan por sí solos.  Somos amplia mayoría lxs estudiantes que trabajamos y estudiamos. No solo eso, sino que más de un 70% lo hacemos más de 20 hs por semana. A esta altura ya no sorprenden a nadie las aulas superpobladas después de las 19:00 hs, que las primeras comisiones de práctico en llenarse sean los de la franja nocturna, o como a medida que avanzamos en la carrera es cada vez más difícil acomodar nuestros horarios. Si bien la falta de aulas es la principal causa de la pésima oferta horaria creemos que se podrían implementar ciertas medidas que en el mientras tanto apunten a solucionar nuestros problemas de cursada. Se hace urgente poder incorporar la mirada estudiantil a la hora de decidir los horarios de cursada, al fin y al cabo somos nosotros quienes más nos vemos afectados.


El edificio se cae, los estudiantes nos levantamos


Probablemente ya lo hayan leido en varios de nuestros materiales o lo hayan visto ustedes mismos, el edificio en el que cursamos ya no da para más. Si bien parte de esto se debe a cuestiones estructurales (las aulas insuficientes, la pésima circulación) hay una gran parte que se debe a problemas que podrían solucionarse en el corto plazo.
Los múltiples cortes de luz y de agua, los baños que se inundan casi a diario, la falta de salidas de emergencia y matafuegos muestran una vez más la desidia total de quienes viven la facultad desde el decanato y las oficinas administrativas. No podemos naturalizar seguir cursando en estas condiciones. La educación pública es un derecho y es nuestra responsabilidad defenderla desafiando el estado de las cosas. No nos podemos permitir convertirnos en una masa apática que sólo acepte las cosas como están.
Para poder avanzar en el nuevo edificio y también en mejoras en el actual resulta imprescindible un movimiento estudiantil en unidad, de pie y organizado. Tenemos que apostar a construir y fortalecer espacios de encuentro, debate y acción para poder avanzar en este sentido y así conquistar todas nuestras reivindicaciones.



martes, 5 de agosto de 2014

La seguridad insegura

En el día de ayer los estudiantes y toda la comunidad de Filosofía y Letras vivimos nuevamente un episodio lamentable. A causa de un conflicto entorno a los puestos de trabajo de los patovicas que ha dispuesto la gestión para la “seguridad” de la facultad, se hizo presente en la facultad de forma violenta una patota del sindicato de seguridad que esgrime el derecho a esos puestos de trabajo. Hace algunas semanas ya habíamos tenido un episodio similar que terminó con una pelea en la puerta misma de la facultad entre una quincena de personas del sindicato y los actuales patovicas de Filo. El día de ayer una situación igual de incómoda y peligrosa para todos volvió a tener lugar cuando esta patota intentó literalmente tomar la facultad, cerrando las puertas y bloqueando la entrada para impedirle el paso a los estudiantes y docentes. Desde La Juntada expresamos nuestra preocupación por este conflicto que nada tiene que ver con nuestra facultad y que sin embargo, fruto de la desprolija política que tiene la Gestión de la facultad en torno al problema de la seguridad, se hace presente de manera violenta y peligrosa. Responsabilizamos de lo ocurrido a la Gestión que desde un primer momento actuó de manera inconsulta sin poner este tema a debate con el conjunto de la comunidad académica y sin dar ninguna explicación respecto de los encargados de la seguridad, cuáles son sus funciones, etc. A pesar de los múltiples reclamos de los estudiantes en ese sentido, nunca se puso en cuestión esta política, por el contrario se avanzó en construir garitas en el verano (cabe destacar que es la única reforma que hizo la Gestión en un edificio que se cae a pedazos) y en contratar más personal. Parece que las autoridades de la facultad están más preocupadas por la presencia de las agrupaciones estudiantiles contrarias a su política, a las cuales se les desapareció de un día para otro mesas, materiales, libros, etc., que por está gravísima circunstancia a la que se expone a la comunidad académica.
Instamos a la Gestión a dar cuenta de lo que está sucediendo, a revisar su política de “seguridad” y a que abandone el hermetismo que mantiene en torno a este tema para que entre todos podamos abordar este problema. 

MORGADE: ASÍ NO




 A pocos días de iniciarse el cuatrimestre nos encontramos con una gran sorpresa en la facultad. ¿Desaparecieron las nuevas garitas, favoreciendo la circulación por el edificio? ¿Había agua en toda la facultad? ¿Los baños estaban en condiciones de ser utilizados por todxs? ¿Se avanzó en viejas promesas y se puso en pie un comedor universitario? ¿Se recuperó el espacio perdido en una de las pocas aulas de teóricos? ¿Se avanzó en la construcción del nuevo edificio? Para nada. La gestión de la facultad, la que se llama así misma dialoguista e invita al trabajo conjunto de los claustros, decidió que los materiales pertenecientes a distintas agrupaciones de la facultad no tenían que estar más en la facultad y actuó en consecuencia. Fuimos varixs lxs que nos sorprendimos al llegar a Puan y encontrar el primer y segundo piso vacio de nuestros materiales (desaparecieron mesas, carteleras e incluso ficheros con libros y materiales que usamos las agrupaciones en lo cotidiano). Mayor fue la sorpresa cuando notamos que esta “limpieza” había sido bastante selectiva, casualmente los materiales pertenecientes a las agrupaciones oficialistas estaban en su lugar. Nos resulta muy preocupante que, con motivos totalmente desconocidos, la gestión de la facultad haya recurrido a prácticas que se parecen bastante a los métodos nefastos y punteriles en la política a las que el radicalismo en la Universidad nos tiene acostumbradxs.
Lamentablemente, este no es la primera situación de este estilo con la que nos encontramos. Si a este hecho le sumamos un comienzo de año con obras que avanzaban sobre los derechos estudiantiles (como la pérdida de un aula de teóricos), con el edificio en un estado cada vez peor pero la gestión preocupada por algunos carteles y  la persecución  política a docentes (el caso de Octavio Colombo, representante por graduados en el Consejo Directivo y miembro de la gremial docente, a quien la gestión le sacó su renta) en lugar de hacer las refacciones correspondientes por los múltiples cortes de luz o las inundaciones de la facultad, resulta ya alarmante esta situación. Si esto es el diálogo no queremos imaginar como sería el silencio…
Más allá de declaraciones grandilocuentes de pluralidad en lo concreto nos hemos encontrado más de una vez con actitudes que prueban lo contrario, llegando a avanzar sobre derechos estudiantiles, docentes y de la comunidad académica en general. En este caso en particular es un derecho tan básico como el de poder practicar libremente política en la facultad. Ahora más que nunca necesitamos la unidad del movimiento estudiantil para defender nuestros derechos y conquistar nuestras reivinidaciones

lunes, 4 de agosto de 2014

Vientos de Patria Grande

“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres" Rosa Luxemburgo



El conjunto de compañeros y compañeras que militamos en La Juntada-La Mella formamos parte de una nueva organización de izquierda llamada Patria Grande. Esta nueva experiencia política, que nace a partir de la síntesis de varias organizaciones a lo largo del país, se propone construir una izquierda popular, revolucionaria, feminista y antiimperialista.
El lanzamiento de esta nueva apuesta de unidad no pretende hacer crecer un proyecto transformador a la manera de una creación a partir de la nada, esta experiencia busca hacer latir en el presente lo mejor de los recorridos históricos de todos aquellos que lucharon en pos de cambios profundos a favor del pueblo. Nosotros nos reconocemos en las tradiciones de lucha que han surcado nuestro país y nuestro continente, desde la resistencia indígena al colonialismo europeo, la resistencia en los ‘70 y el ejemplo de lucha de las Madres de Plaza de Mayo, hasta la lucha contra el neoliberalismo en las barriadas populares en la rebelión del 2001, nuestra historia está signada por las relaciones de dominación, de despojo y de miseria pero también por la resistencia, la alegre rebeldía y el ímpetu de un pueblo dispuesto a luchar por una sociedad mejor. Así como asumimos ese pasado, de la misma manera nos sentimos parte de los procesos transformadores que han tenido lugar en Latinoamérica en los últimos años, movimientos políticos que han conllevado un empoderamiento popular, un mayor nivel de auto-organización de sectores obreros y campesinos, y una mayor independencia económica respecto de los grandes poderes internacionales. Venezuela y Bolivia, son quizás los países en donde estos procesos adquirieron mayor vigor y radicalidad. Repensar esos movimientos populares de nuestra América, fuera de todo simplismo y dogmatismo, es para nosotros una tarea imprescindible para proyectar una perspectiva socialista para nuestros países.


Buena parte de quienes integramos Patria Grande somos una juventud heredera del proceso de fines de los 90 donde el pueblo expresó experiencias de organización discutiendo contra el sistema político imperante y contra las lógicas de toda la dirigencia política. Sobre ese proceso de movilización ha sabido montar su política el kirchnerismo, ha podido desarrollar una recomposición del sistema de acumulación apoyándose en algunas reivindicaciones propias del campo popular. En ese sentido consolidó un capital político a partir de iniciativas ciertamente progresivas como la Ley de medios, la Asignación Universal, el matrimonio igualitario, etc. Sin embargo la ausencia de una cambio en la matriz extranjerizante y concentrada de la economía argentina, hacen que hoy sólo sea posible como resultado el ajuste sobre los sectores populares. Nos encontramos, en este 2014, en un momento donde el ciclo kirchnerista se encuentra en crisis, la devaluación de la moneda para evitar la pérdida de reservas, la reconciliación con los organismos financieros internacionales y la creciente actitud represiva hacia los conflictos sociales son muestras del agotamiento del Kirchnerismo tal y cual lo conocemos. El recambio conservador parece inminente, tanto en la oposición como al interior del gobierno los sectores que toman fuerza son aquellos que resultan más proclives a un recrudecimiento del ajuste y a un avance sobre las conquistas populares. Sea quien sea el ejecutor de esa política, solo la resistencia popular y la unidad de los que luchan podrá hacerle frente a dicha situación.
Superar las limitaciones del  “capitalismo serio” parece la única manera de formular un cambio estructural en nuestro país que permita combatir la miseria y el déficit estructural en materia de salud, educación y trabajo.  Esto solo es posible si es planteado a partir de un proyecto que apunte a empoderar  a los distintos sectores populares, que son los únicos que pueden ser artífices de una transformación semejante, y a erguir un nuevo sujeto político y económico que rompa con las estructuras tradicionales de las clases dominantes, que no han hecho más que sumir a la argentina a ciclos de miseria, desempleo y ajuste.
La tarea que nos convoca es construir una alternativa que rompa con los moldes de las estructuras políticas tradicionales y con todas las variantes de administración del capital, una izquierda que no le tema a discutir sus propios dogmas para poder recoger al conjunto de tradiciones combativas de nuestro pueblo, solo con un movimiento de esas características es posible soñar con un argentina distinta.


Las banderas de la Izquierda Popular


Justicia Social
Sentimos la íntima proximidad de lo que estaba perdido en las brumas del tiempo o disperso en un catálogo de anécdotas inconexas y falseadas. Se vuelven vivas y reales las hazañas de Tupac Amaru, las esperanzas de tantos alzamientos de indios, negros, mulatos y zaparrastrosos que oligarquías crueles y rapaces ahogaron en sangre…”
John William Cooke


La justicia social en el seno del capitalismo argentino actual es una consigna revolucionaria. La lucha por hacer primar los derechos populares, por disfrutar el acceso a los servicios sociales básicos, por apropiarse colectivamente de la riqueza generada por el trabajo del pueblo, en fin, por conquistar mayores niveles de bienestar y felicidad colectivas, está vigente en nuestro país y forma parte de una disputa estratégica que tiene como fin último la conquista de la igualdad social en todos los planos.


Sin feminismo no hay socialismo
“En un mundo de gusanos capitalistas hay que tener coraje para ser mariposa”
Nuestro proyecto político se basa en la pelea contra todas las formas de opresión, explotación y discriminación.  En ese sentido, las reivindicaciones que levantamos desde el movimiento de mujeres y de diversidad sexual, como lo es el derecho a vivir libremente cualquier identidad de género, ocupan un lugar central y estratégico. Nuestra apuesta cotidiana a construir en espacios como la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito refuerzan la convicción de que ser libres también implica poder decidir sobre nuestros propios cuerpos. Entendemos que el único camino para una transformación verdadera no sólo es anticapitalista, sino también antipatriarcal, porque cuando decimos que “seguiremos luchando hasta que todos seamos libres” somos mujeres, varones, lesbianas, gays, trans, somos todxs.
Soberanía popular
Para poner en pie un nuevo proyecto de nación, realmente independiente, que se proponga el bienestar de las mayorías populares, el cuidado del ambiente y la defensa de los intereses nacionales, necesitamos el manejo soberano sobre los recursos naturales y los sectores estratégicos del sistema productivo, así como también modificar radicalmente los criterios que guían el sistema financiero. Es Imposible desde nuestro punto de vista una perspectiva semejante sin soberanía popular. Estamos convencidos de que a un modelo económico-social que ha significado más concentración y extranjerización económica, y que se ha sostenido (y propone sostenerse) en el relanzamiento de las estructuras políticas tradicionales, hay que oponerle un nuevo proyecto de país que tiene su pilar fundamental en el poder del pueblo trabajador y en la unidad de sus organizaciones y que se propone superar la dependencia, el saqueo y la irracionalidad que impone la lógica de la rentabilidad capitalista.


Patria grande.
S
"Sueños de Patria Grande sin duda se vislumbran, la Cruz del Sur alumbra  la cima de Los Andes, un viento vital se expande del Plata hacia el Amazonas, cruje y se desmorona el imperio del norte, y al águila y su cohorte la enfrentan mil palomasFalta y Resto  



En Nuestra América es imposible el ejercicio pleno de la autodeterminación y enfrentar a los factores del poder transnacional sin la conformación de un bloque de fuerzas populares que actúe mancomunadamente no sólo en situaciones defensivas, sino fundamentalmente para desarrollar políticas que pongan en primer plano las necesidades colectivas, el interés nacional y la soberanía popular en detrimento del interés del capital por expandir su capacidad de saqueo y de dominio al infinito.


Poder Popular
Estamos obligados a ir hacia la viva fuente del poder obedencial: la que desborda toda forma de representatividad”. Hugo chavez
La política y el poder aparecen en la sociedad actual como tarea de especialistas, como ámbito de incumbencia exclusivo de los que cuentan con los recursos económicos, apellidos ilustres o reconocimiento mediático. Es más, en el sentido común expandido por el neoliberalismo, la política es aquella práctica mezquina, sin ética y sin principios que llevan adelante aparatos corrompidos y burocratizados. Por el contrario, los compañeros y compañeras que integramos Patria Grande apostamos a la construcción de una política gestada desde abajo, discutida en nuestros barrios, lugares de estudio y de trabajo, nos jugamos por un proyecto que devuelva poder al pueblo. Por eso un pilar estratégico de nuestra organización es la construcción y el fortalecimiento del poder popular.


Socialismo
La prédica socialista hace vivir en un instante, dramáticamente, la historia del proletariado, su lucha contra el capitalismo, la prolongada serie de esfuerzos que tuvo que hacer para emanciparse idealmente de los vínculos de servilismo que le hacían abyecto, para devenir conciencia nueva, testimonio actual de un mundo futuro. Gramsci


Nuestro horizonte estratégico es la lucha para terminar con todas las miserias, muertes y padecimientos que el capitalismo produce a escala nacional y planetaria. Durante décadas las banderas del socialismo han sido defenestradas. Las fallidas experiencias socialistas del siglo XX y la hegemonía neoliberal instalaron con gran éxito la idea de que la única forma en que podemos vivir es bajo el capitalismo, que esto siempre ha sido y será así, y que a lo sumo la lucha es para que el capitalismo sea más “humano” o menos “salvaje”. Sin embargo, a la luz de las crisis recurrentes, las hambrunas, las guerras y las catástrofes ambientales, hoy vuelven a ser millones en todo el mundo los que se rebelan contra esta realidad. Más aún, gracias a la lucha que los pueblos de Nuestra América hemos protagonizado, gracias al surgimiento de liderazgos como los de Hugo Chávez o Evo Morales, la palabra socialismo reapareció en el vocabulario político de la última década.
El socialismo nuestroamericano que añoramos será obra de los pueblos o no será. Por eso el socialismo que reivindicamos es radicalmente democrático y está basado en el desarrollo del poder popular y del gobierno del pueblo. La fórmula, absolutamente abierta y en construcción, de “socialismo del siglo XXI” intenta expresar esta vocación profundamente democrática, creativa, latinoamericana y no dogmática que nos anima a la búsqueda de una “creación heroica” junto al conjunto de nuestro pueblo.


La izquierda popular en la Universidad


“Se nos acusa ahora de insurrectos en nombre de una orden que no discutimos, pero que nada tiene que hacer con nosotros. Si ello es así, si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección.”  Manifiesto Liminar de la reforma Universitaria de 1918, Córdoba.


Para quienes conformamos La Juntada-Patria Grande la militancia universitaria es un ámbito de disputa contra lo establecido, contra la cultura hegemónica, contra lo socialmente impuesto, como así también un ámbito de creación política y cultural. Creemos que es un espacio que cobra centralidad por su función de reproducción simbólica e ideológica y por eso es, para nosotros, una trinchera para pensar el cambio social. La universidad para nosotros tiene una centralidad en nuestra disputa política porque es en la universidad donde se forman los principales cuadros de las variantes políticas burguesas y donde se generan también los discursos que las sostienen. Sin embargo también en la universidad se han generado numerosos movimientos que han puesto en cuestión ese sistema de reproducción simbólica. La rica y extensa historia del movimiento universitario argentino, que siempre tuvo como elemento mas dinámico al movimiento estudiantil, da cuenta de cómo la organización y la lucha al interior de la universidad no solo ha producido reformas universitarias ejemplares para todo el continente sino que también ha abonado a los grandes movimientos populares que han luchado por cambios profundos en nuestro país. La llamada “reforma universitaria” del 1918 fue un hito para  el conjunto de la  juventud latinoamericana, demostrando que el movimiento estudiantil universitario no alza la voz para defender intereses corporativos particulares sino en pos de una transformación profunda de la sociedad toda.  Es así que planteamos, retomando ese legado, que la lucha por una universidad distinta es la lucha por un cambio social, que pensar una universidad de y para los obreros, campesinos, villeros y todos los sectores sub-alternos es dar un paso fundamental para la definitiva emancipación de los mismos. Una universidad democrática, popular, transformada y transformadora. Por eso luchamos.
Quienes gobiernan hoy las universidades nacionales, como en el caso de la UBA, pretenden que la lógica del negocio imperante en la sociedad sea la que organice el sentido de la enseñanza universitaria. Por un lado, intentando hacer del conocimiento una mercancía que la puedan calcular, fraccionar y vender como a cualquier otro producto a los cientos de miles de estudiantes que transitamos la universidad. Esta política privatista parece profundizarse con la llegada al rectorado de Alberto Barbieri, que asume con un claro programa de universidad-shopping: arancelando todo el contenido que puedan arancelar, quitando contenidos de grado para pasarlos a posgrados pagos y también avanzando sobre nuestro planes de estudio para orientarlos a las necesidades de las empresas, en pocas palabras que la universidad sirva para formar profesionales que solo les sean útiles a las clases dominantes.


También creemos que nuestra disputa por el rol social de la universidad debe ser integral para poder abordar las problemáticas gremiales, políticas y académicas. Pensamos que hay que pelear en lo gremial por el acceso y la permanencia a la universidad, por comedores estudiantiles, jardines materno-paternales y becas para que toda persona que quiera estudiar tenga la posibilidad de hacerlo. En el plano académico entendemos que hay que dar una lucha por planes de estudio orientados a resolver las necesidades de nuestro pueblo, por abrir a la pluralidad los enfoques sobre las distintas disciplinas, por incorporar una perspectiva de géneros en los contenidos de las carreras, y poder hacer de la enseñanza universitaria no una mera transmisión mecánica de conocimientos sino un verdadero ámbito de producción colectiva del mismo. En cuanto al rol político de la universidad, nos parece fundamental discutir cómo se plantea la relación con el “afuera”. Para nosotros es fundamental refundar la extensión universitaria, buscamos con nuestra militancia diaria discutir con el paradigma que plantea a la universidad como productora de contenidos que luego deben ser vendidos en el mercado, o en todo caso “bajados” a la sociedad para que la misma los absorba pasivamente. Creemos en una articulación más genuina y creadora que pueda llegar hasta los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, pero que también pueda nutrirse de los saberes populares, de la experiencia colectiva y del trabajo de sujetos que excedan el estrecho ámbito universitario. Buscamos una universidad que busque inmiscuirse en el barrio, en las fabricas, en la cárcel y en infinidad de espacios donde se pueda propiciar una dinámica de producción conjunta de conocimiento. Solo una universidad que se exceda a sí misma será verdaderamente una universidad que construya el cambio social.