martes, 5 de agosto de 2014

MORGADE: ASÍ NO




 A pocos días de iniciarse el cuatrimestre nos encontramos con una gran sorpresa en la facultad. ¿Desaparecieron las nuevas garitas, favoreciendo la circulación por el edificio? ¿Había agua en toda la facultad? ¿Los baños estaban en condiciones de ser utilizados por todxs? ¿Se avanzó en viejas promesas y se puso en pie un comedor universitario? ¿Se recuperó el espacio perdido en una de las pocas aulas de teóricos? ¿Se avanzó en la construcción del nuevo edificio? Para nada. La gestión de la facultad, la que se llama así misma dialoguista e invita al trabajo conjunto de los claustros, decidió que los materiales pertenecientes a distintas agrupaciones de la facultad no tenían que estar más en la facultad y actuó en consecuencia. Fuimos varixs lxs que nos sorprendimos al llegar a Puan y encontrar el primer y segundo piso vacio de nuestros materiales (desaparecieron mesas, carteleras e incluso ficheros con libros y materiales que usamos las agrupaciones en lo cotidiano). Mayor fue la sorpresa cuando notamos que esta “limpieza” había sido bastante selectiva, casualmente los materiales pertenecientes a las agrupaciones oficialistas estaban en su lugar. Nos resulta muy preocupante que, con motivos totalmente desconocidos, la gestión de la facultad haya recurrido a prácticas que se parecen bastante a los métodos nefastos y punteriles en la política a las que el radicalismo en la Universidad nos tiene acostumbradxs.
Lamentablemente, este no es la primera situación de este estilo con la que nos encontramos. Si a este hecho le sumamos un comienzo de año con obras que avanzaban sobre los derechos estudiantiles (como la pérdida de un aula de teóricos), con el edificio en un estado cada vez peor pero la gestión preocupada por algunos carteles y  la persecución  política a docentes (el caso de Octavio Colombo, representante por graduados en el Consejo Directivo y miembro de la gremial docente, a quien la gestión le sacó su renta) en lugar de hacer las refacciones correspondientes por los múltiples cortes de luz o las inundaciones de la facultad, resulta ya alarmante esta situación. Si esto es el diálogo no queremos imaginar como sería el silencio…
Más allá de declaraciones grandilocuentes de pluralidad en lo concreto nos hemos encontrado más de una vez con actitudes que prueban lo contrario, llegando a avanzar sobre derechos estudiantiles, docentes y de la comunidad académica en general. En este caso en particular es un derecho tan básico como el de poder practicar libremente política en la facultad. Ahora más que nunca necesitamos la unidad del movimiento estudiantil para defender nuestros derechos y conquistar nuestras reivinidaciones

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