Informe de la sesión de Consejo Directivo del martes 5 de marzo.
Trinchero en su laberinto: La crisis política de la gestión.
El decano de la Facultad abrió la sesión informando lo que era vox populi, la renuncia del Secretario de Investigación Claudio Guevara, a pedido del propio Trinchero. Este hecho, más por los motivos que por la propia renuncia, da cuenta que la gestión de la Facultad vive una crisis política muy profunda. El ex secretario hace algunos días hizo pública una carta en la que expone largamente las razones políticas de su alejamiento, a la vez que enuncia algunas declaraciones imposibles de pasar por alto (podés leerla acá). Hace una serie de acusaciones y denuncias muy serias que exceden la disputa política palaciega y dan cuenta del agotamiento de un (mal) modelo de gestión y la necesaria superación que esta circunstancia plantea, para frenar y revertir el deterioro de la Facultad y de la UBA.
Entendemos que este proceso viene desde hace algunos años y podemos datarlo, cuanto menos, a partir del 2010 con la toma de la Facultad. A partir de allí (y tal como denunció el ex secretario) la gestión endureció sus posiciones políticas marginando de a poco a los sectores más dialoguistas, con un tono fuertemente anti estudiantil, cerrando progresivamente los canales de diálogo con todos los sectores, delineando un modelo de gestión autoritario que gobierna “para los amigos” desde los pasillos del segundo piso una facultad que no conoce, utilizando los fondos propios de la facultad como una herramienta para ganar adeptos y cerrar filas, dejando de lado la atención de las demandas estudiantiles y de otros sectores de la comunidad educativa. Así se evidenció sobre todo el año pasado en los conflictos por la asignación de rentas, en la instauración de un nuevo sistema de becas perjudicial para los estudiantes y la no utilización de recursos propios para acceso y permanencia, entre otros elementos que podríamos enumerar.
Esta crisis terminó de expresarse y desatarse con el retroceso que sufrieron las listas cercanas a la gestión en estudiantes y graduados, en especial en su bastión: graduados de Antropología. En esas elecciones a fines del año pasado desde La Juntada decidimos participar de “Antropología para el Cambio”, una lista de carácter amplio que auna fuerzas con distintos sectores que compartimos nuestra inquietud de terminar con el pensamiento único en Antropo y el manejo a discreción del Departamento que llevaba más de 20 años. Nos presentamos y estuvimos a 5 votos de ganar la mayoría, dando cuenta del fuerte descontento y la vocación de cambio que percibíamos en las aulas y en los pasillos. Estas, entre otras razones, llevaron al Decano a extremar todavía más su posición y cerrar filas con el ala dura de su gestión sacando del medio al ex secretario.
Desde La Juntada, por nuestra responsabilidad como mayoría estudiantil en Consejo, no podíamos permitir que semejante hecho pase por alto, y por eso exigimos que se posponga la aceptación de la renuncia hasta tanto no se aclaren las denuncias hechas por el ex secretario Guevara y éste haga un descargo ante el Consejo Directivo, en lo que a utilización de fondos públicos y desempeño en la función pública de la gestión de la Facultad se refiere. Las representaciones estudiantiles nos abstuvimos mientras la gestión y la supuesta oposición de minoría de graduados y profesores votaron juntos la aceptación de la renuncia intentando ocultar bajo la alfombra las denuncias sobre la mesa.
Consideramos que a partir de este hecho el proceso abierto de crisis política de la gestión no va hacer más que profundizarse. Sin embargo, estamos convencidos de que toda crisis significa así mismo una oportunidad: creemos que hay que estar más firmes que nunca para pelear por nuestras necesidades y derechos (tanto gremiales como académicos) aunque, al mismo tiempo, sabemos que esto sólo no alcanza. Tenemos la firme convicción de que para superar el modelo de gestión actual no alcanza con la oposición y la denuncia: la tarea, entonces, pasa por encarar la batalla política de forma integral, desde y en todos los claustros, en pos de erigir un modelo de gestión alternativo con el que dar la disputa concreta por una nueva Facultad.
Sigue la gestión con las becas…
Seguimos proponiendo soluciones.
Trinchero en su laberinto: La crisis política de la gestión.
El decano de la Facultad abrió la sesión informando lo que era vox populi, la renuncia del Secretario de Investigación Claudio Guevara, a pedido del propio Trinchero. Este hecho, más por los motivos que por la propia renuncia, da cuenta que la gestión de la Facultad vive una crisis política muy profunda. El ex secretario hace algunos días hizo pública una carta en la que expone largamente las razones políticas de su alejamiento, a la vez que enuncia algunas declaraciones imposibles de pasar por alto (podés leerla acá). Hace una serie de acusaciones y denuncias muy serias que exceden la disputa política palaciega y dan cuenta del agotamiento de un (mal) modelo de gestión y la necesaria superación que esta circunstancia plantea, para frenar y revertir el deterioro de la Facultad y de la UBA.
Entendemos que este proceso viene desde hace algunos años y podemos datarlo, cuanto menos, a partir del 2010 con la toma de la Facultad. A partir de allí (y tal como denunció el ex secretario) la gestión endureció sus posiciones políticas marginando de a poco a los sectores más dialoguistas, con un tono fuertemente anti estudiantil, cerrando progresivamente los canales de diálogo con todos los sectores, delineando un modelo de gestión autoritario que gobierna “para los amigos” desde los pasillos del segundo piso una facultad que no conoce, utilizando los fondos propios de la facultad como una herramienta para ganar adeptos y cerrar filas, dejando de lado la atención de las demandas estudiantiles y de otros sectores de la comunidad educativa. Así se evidenció sobre todo el año pasado en los conflictos por la asignación de rentas, en la instauración de un nuevo sistema de becas perjudicial para los estudiantes y la no utilización de recursos propios para acceso y permanencia, entre otros elementos que podríamos enumerar.
Esta crisis terminó de expresarse y desatarse con el retroceso que sufrieron las listas cercanas a la gestión en estudiantes y graduados, en especial en su bastión: graduados de Antropología. En esas elecciones a fines del año pasado desde La Juntada decidimos participar de “Antropología para el Cambio”, una lista de carácter amplio que auna fuerzas con distintos sectores que compartimos nuestra inquietud de terminar con el pensamiento único en Antropo y el manejo a discreción del Departamento que llevaba más de 20 años. Nos presentamos y estuvimos a 5 votos de ganar la mayoría, dando cuenta del fuerte descontento y la vocación de cambio que percibíamos en las aulas y en los pasillos. Estas, entre otras razones, llevaron al Decano a extremar todavía más su posición y cerrar filas con el ala dura de su gestión sacando del medio al ex secretario.
Desde La Juntada, por nuestra responsabilidad como mayoría estudiantil en Consejo, no podíamos permitir que semejante hecho pase por alto, y por eso exigimos que se posponga la aceptación de la renuncia hasta tanto no se aclaren las denuncias hechas por el ex secretario Guevara y éste haga un descargo ante el Consejo Directivo, en lo que a utilización de fondos públicos y desempeño en la función pública de la gestión de la Facultad se refiere. Las representaciones estudiantiles nos abstuvimos mientras la gestión y la supuesta oposición de minoría de graduados y profesores votaron juntos la aceptación de la renuncia intentando ocultar bajo la alfombra las denuncias sobre la mesa.
Consideramos que a partir de este hecho el proceso abierto de crisis política de la gestión no va hacer más que profundizarse. Sin embargo, estamos convencidos de que toda crisis significa así mismo una oportunidad: creemos que hay que estar más firmes que nunca para pelear por nuestras necesidades y derechos (tanto gremiales como académicos) aunque, al mismo tiempo, sabemos que esto sólo no alcanza. Tenemos la firme convicción de que para superar el modelo de gestión actual no alcanza con la oposición y la denuncia: la tarea, entonces, pasa por encarar la batalla política de forma integral, desde y en todos los claustros, en pos de erigir un modelo de gestión alternativo con el que dar la disputa concreta por una nueva Facultad.
Sigue la gestión con las becas…
Seguimos proponiendo soluciones.
Presentamos un proyecto sobre el sistema de becas para que se trate en comisión de extensión y hacienda, ante un nuevo avance de la gestión en las restricciones al acceso y la permanencia. Esta vez, nuevamente de forma inconsulta y unilateral modificaron el formulario online de solicitud de becas de apuntes, agregando varios campos que indagan sobre la condición socio económica del estudiante, algunos de ellos tan ridículos como gastos en elementos de tocador. Parece una cargada que la solución que propone la gestión ante el problema de la deserción y la baja de la matricula (el año pasado fue de entre un 25 y un 30%) sea poner más restricciones para el acceso a las becas. Nuestro proyecto propone rediseñar el formulario, y solicitar una partida de fondos propios de la Facultad, ya que hasta la implementación del nuevo sistema de becas la gestión ponía más de 200000 pesos en esa orientación. Desde el cuatrimestre pasado que no pone nada y su intención es seguir así, ya que los fondos del nuevo sistema vienen directo del Estado Nacional. Te invitamos a que participes y te movilices a las comisiones para presionar por un sistema de becas que funcione y facilite el acceso y la permanencia de todas y todos los estudiantes.
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